La obtención del producto se realiza siguiendo técnicas respetuosas con el medio ambiente. El material vegetal lleva Pasaporte Fitosanitario y está adaptado a las condiciones locales.
El mantenimiento del suelo se realiza mediante laboreo o mediante siegas de vegetación de adventicias en las filas y bajo los árboles, pudiendo utilizar herbicidas sistémicos o de contacto para el control de las malas hierbas.
Se dan dos tipos de riego, a manta por el cual el agua se distribuye mediante unos caballones por toda la parcela, o bien en sistemas de riego localizado por goteo.
Tanto la poda como el aclareo se realizan de forma manual. Se emplean sistemas de formación tendentes a conseguir un buen equilibrio entre vegetación y producción y con una óptima penetración de la luz solar para obtener una buena calidad del fruto.
La época de recolección es otro factor diferenciador del cultivo de la pera Ercolini en Jumilla, por su precocidad, pudiendo comenzar a recolectarse, según parajes, a partir del 24 de junio. Se recolectan con el punto de madurez adecuado y cuando el Consejo Regulador determina.
Los parámetros calibre, color de la piel, análisis de la dureza y nivel de azúcar son evaluados, determinando el momento de la recolección, que se realiza de forma manual, como mínimo, en dos pasadas, evitando las horas de mayor insolación.
El fruto se arranca con delicadeza del árbol presionando justo en la intersección de éstos y tirando hacia arriba para evitar dañar el pedúnculo. En caso de manipulación en almacén se transportan hasta él en cajas o en palots, previamente limpios y desinfectados. Este transporte desde el campo al almacén hortofrutícola se hace en un máximo de 8-10 horas y la fruta permanece protegida de los rayos solares.
Las peras pueden ser acondicionadas y envasadas en las explotaciones o en almacenes inscritos en la zona geográfica delimitada para salvaguardar la calidad y garantizar la trazabilidad y el control. Una vez que la pera llega al almacén, se procede a identificar la partida. La partida queda identificada en todo momento hasta que se envasa mediante anotación en libro de registro de la parcela de que procede, nombre del productor y fecha de entrada. Se pesa la fruta a su entrada al almacén y se toman muestras para proceder al control de calidad de los frutos.
La conservación puede ser en cámaras de frío convencional o de atmósfera controlada. Se permitirá el uso de tratamientos postrecolección cuando se trate de tratamientos destinados a evitar alteraciones en el producto debidas al desarrollo microbiano. En ningún caso se realizarán tratamientos de postrecolección con productos químicos de síntesis directamente a las peras cuando éstos tengan como objetivo influir en los parámetros de calidad diferenciadores de la misma.